Terrazas mediterráneas

Este articulo se lo dedico a la señorita Primavera, este año llega de forma extremadamente tímida, y hoy hablar de terrazas mediterráneas es mas que nada una declaración de intenciones.

Ya es sabido que al mal tiempo buena cara.


Este estilo evoca al mediterráneo, cuna de la cultura y civilización occidental, nos recuerda a Santorini a Mykonos, a nuestra cercana Ibiza, a la lujosa Capri, a Menorca a Formentera, etc.

Este estilo es uno de los más agradables para decorar un patio o terraza. Nos traslada automáticamente a la orilla del mar.




Aquí vemos ya algunas de las bases de este estilo, el blanco y el azul son las señas de identidad del estilo mediterráneo. 





Crear un entorno luminoso que ayude, si cabe, a reflejar la luminosidad del mediterráneo es lo que se pretende con el color blanco.





El color azul es un complemento ideal para ese cielo tan propiamente mediterráneo. Esta forma de entender el estilo mediterráneo es la que corresponde a los pueblos costeros.





Azules de todas las tonalidades desde el celeste al marino, pasando por los turquesas y continuando por los malvas y violetas, incluso los purpuras y tonos que recuerdan al vino tinto y las uvas y rosas como el de las buganvillas, todos tienen cabida en este estilo decorativo.





Hay muchas formas de interpretar y entender este estilo, usando materiales naturales como la madera podemos crear un bonito patio en cualquier lugar. 









En cuanto al material de los muebles, si bien es cierto que la madera es una gran idea que siempre funciona, podemos optar por alternativas como los muebles de obra. 






La ventaja es clara, se adaptan completamente al espacio. Además, los bancos de obra, por ejemplo, pueden vestirse con cojines para que sean mucho más cómodos. 







El blanco y el azul son constantemente los protagonistas ya que representan la luz y el color del Mar Mediterráneo.






Si dispones de espacio suficiente puedes crear un jardín con plantas autóctonas y si no es el caso puedes utilizar tinajas de terracota que también aportan ese sabor mediterráneo que estamos buscando y quedan perfectas en estos esquemas decorativos.







Tampoco hay que olvidar el recubrimiento de los suelos. En los pueblos del Mediterráneo se ha reservado esta misión mayoritariamente a los productos de alfarería, ladrillos y azulejos, o como en la anterior imagen los suelos empedrados.







Es un estilo al alcance de cualquier presupuesto, ya que admite una gran variedad de acabados, una simple capa de pintura en un azul como el de las contraventanas de imagen hace que el ambiente se transforme, puedes recuperar mobiliario desparejo y combinarlo para luzcan de forma espectacular en tu terraza.








Los complemento como las vajillas y los tejidos deben seguir el mismo criterio cromático, basándose en el blanco y tonos azules, podemos incluir colores neutros que recuerden a materiales naturales como los tostados, que recuerdan la calidez de la madera.







Ya sea con cubiertas de obra, cañizo, madera o cualquier otra es indispensable que las zonas de descanso tengan esa sombra indispensable en verano en las áreas cálidas que rodean la cuenca del Mediterráneo.







Recrear en nuestro patio un trocito de ese estilo será como recordar constantemente aquellas maravillosas vacaciones que pasamos a la orilla de ese milenario mar, origen de cultura occidental.






 Y por supuesto también puedes crear entornos lujosos si el presupuesto no es un problema para ti.




Sin más me despido hasta la próxima entrada, y aprovecho la ocasión para acompañar mi articulo con la impresionante letra de Serrat, que describe como nadie el sentir del mediterráneo.


Quizás porque mi niñez

sigue jugando en tu playa

y escondido tras las cañas

duerme mi primer amor,

llevo tu luz y tu olor

por dondequiera que vaya,

y amontonado en tu arena

guardo amor, juegos y penas.

Yo, que en la piel tengo el sabor

amargo del llanto eterno

que han vertido en ti cien pueblos

de algeciras a estambul

para que pintes de azul

sus largas noches de invierno.

a fuerza de desventuras,

tu alma es profunda y oscura.
A tus atardeceres rojos
se acostumbraron mis ojos
como el recodo al camino.
soy cantor, soy embustero,
me gusta el juego y el vino,
tengo alma de marinero.
qué le voy a hacer, si yo
nací en el mediterráneo.
Y te acercas, y te vas
después de besar mi aldea.
jugando con la marea
te vas, pensando en volver.
eres como una mujer
perfumadita de brea
que se añora y que se quiere
que se conoce y se teme.
Ay, si un día para mi mal
viene a buscarme la parca.
empujad al mar mi barca
con un levante otoñal
y dejad que el temporal
desguace sus alas blancas.
Y a mí enterradme sin duelo
entre la playa y el cielo...
En la ladera de un monte,
más alto que el horizonte.
quiero tener buena vista.
mi cuerpo será camino,
le daré verde a los pinos
y amarillo a la genista.
Cerca del mar. porque yo
nací en el mediterráneo.




  Te espero en la próxima entrada, hasta pronto amig@.






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